Es increíble como el distrito ha cambiado en las últimas tres décadas. Hace 30 años Concepción no tenía camino asfaltado, el servicio de agua potable era muy deficiente, sólo había un teléfono público, las dos Escuelas tenían sólo dos aulas y la luz se iba a pagar donde José el Policía. Los habitantes del distrito eran en la mayoría autóctonos del lugar de apellidos Quesada, Jiménez, Fallas, Araya, Salas, Varela, Solórzano, Marín, o Rodríguez. Desde entonces el distrito ha cambiado mucho tanto en la parte de infraestructura como en la composición social.
Treinta años atrás (1982) habían sólo 9 casas en Calle Afuera. Hoy hay más de 40.
El servicio de bus a Concepción fue bastante malo desde que se introdujo a finales de la década de 1970. El empresario que inició el servicio fue Mario Rojas, de San Juan. El bus lo manejaba Rafa Quesada y siempre era una aventura porque no se sabía si el bus iba a llegar a tiempo…o si se iba a quedar sin frenos. Aparte del asunto de seguridad y fiabilidad del servicio, el asunto de la poca demanda, y lo malo del camino fue poco a poco matando el servicio hasta que desapareció por varios años. A finales de la décado de 1980 un empresario de Grecia conocido como “Gorgojo” se armó de valor y paciencia y tomó la línea. Este empresario empezó haciendo servicio los Viernes, Sábados, y Domingos con horarios de salida de Concepción a las 6am y 1pm. Las horas de regreso eran a las 12pm y las 5pm de la parada de San Ramón. A medida que la gente demostró interés, el servicio fue incrementando la frecuencia. Sin embargo los problemas con el viejo camino de lastre continuaron probando la paciencia del nuevo empresario y complicando la labor de transporte público hasta que a principios de la década de 1990 se asfaltó el camino hasta la Escuela Mercedes Quesada. Esto completamente le dio un giró al servicio ya que la demanda incrementó así como la calidad y consistencia del servicio.
Una gran parte de la comunidad joven de principios de la década de 1990 que se beneficio con el servicio de bus eran los jóvenes que asistián los Domingos a las tardes juveniles del club Parrita. La tade juvenil empezaba a la 1pm y terminaba antes de las 5pm, cuando salían los buses de vuelta para los distritos. Los más aventurados se iban a bailar en los noches de los Domingos o Sábados y llegó el momento que ya había servicio de bus a las 10pm. También a los que los dejaba el bus de las 10 pm, solían esperar en la parada de taxis a hacer pelota para pagar el taxi a medias. En muy raras ocasiones alguien tomaba taxi sólo porque la verdad era bastante caro.
Una de las familias que tiene más arraigo e historia con el distrito de Concepción es la familia Quesada Bastos (Figura 1).
A principios de la década de 1880 la familia de José María Quesada Ugalde y Juana BastosAlfaro intenta emigrar de Palmares a la zona conocida hoy como San Carlos. José María, junto con sus primos Baltazar (1842–1921) y Joaquín Quesada Rodríguez (1840-1904) y Gregorio Mercedes Quesada Quesada (1854-x) (los tres de Grecia) fueron los primeros que denunciaron las tierras en el lugar que luego se convertiría en Villa Quesada (RCR 1884). Textualmente en la obra de Pérez Yglesias y González García (1995) se indica lo siguiente:
“Los fundadores de La Unión (Villa Quesada) vienen directamente de Palmares, en los años ochenta, pero los primeros colonos entran por Los Bajos, El Peje, el Tanque y Arenal, en la década de 1850 y 1860. Los palmareños -la mayor parte de ellos de la familia Quesada- hacen dos viajes antes de establecerse y denunciar las tierras en 1884. Es interesante que, durante varios años, algunos de los pioneros comparten dos residencias, una en Palmares y otra en La Unión”
Según Quesada (1958), apenas dos semanas después de la segunda excursión, José María, Baltazar y Joaquín se fueron a San José a hacer sus respectivos denuncios. El denuncio de José María se inicio el 10 de Mayo de 1884 fue de alrededor de 500 hectáreas en lo que hoy es el cuadrante principal de Ciudad Quesada. (ANCR 1884).
Hoy los cuatro son reconocidos por la Municipalidad de San Carlos como los fundadores del Cantón de San Carlos. Incluso en 1913 el gobierno de la República le dona 400 hectáreas de terreno a don Mercedes Quesada Quesada como una muestra de reconocimiento al ser uno de los pioneros en la fundación del cantón de San Carlos (CCRCR 1913, ver acta de donación aquí).
José María, su cuñado Andrés Bastos (-1886) y su suegro Juan Bastos (-1886) fueron sepultados en la misma semana, entre el 20 y 24 de Octubre de 1886. Según relatos de Jesús María Quesada Ramírez y Virginia Quesada Alpízar (bisnieto y nieta de José María Quesada Ugalde) un hermano de Quesada Ugalde se enfermó estando en Cañas, Guanacaste por lo que Quesada Ugalde lo fue a visitar desde Villa Quesada y también se contagió de la misma enfermedad, contagiándose también muy probablemente Andrés y Juan Bastos. Otra versión de la causa de su muerte existe en Quesada (1958) donde se indica que estando José María en su denuncio en San Carlos, tuvo que salir a visitar a un pariente enfermo en Palmares y se enfermo también. Lo cierto es que la muerte de José María Quesada Ugalde fue un golpe muy duro no sólo para su familia que ya estaba asentada en el denuncio en San Carlos (Quesada 1958), sino también para todos los otros colonizadores de la zona.
La Figura 2 muestra el registro de defunción de Jose María Quesada Ugalde en los registros de la parroquía de Palmares.
Una vez que fallece José María (a los 45 años) su señora esposa Juana Bastos y sus 9 hijos sobrevivientes son llevados por los primos de José María, Baltazar y Joaquín, a vivir en Concepción donde ya tenían una propiedad. No se tiene claro el porque de irse a vivir a Concepción en lugar de regresar a Palmares, donde se suponía tenían su residencia.
Según Quesada (1958) después de la muerte de su esposo José María, Juana le tiene que dar el denuncio que habían hecho en San Carlos a Diego Trejos, un vecino de Heredia y acreedor de Jose María. Sin embargo, según documentación encontrada en el Archivo Nacional (ANCR 1888b), Juana vendió el denuncio en cuatro partes y este estaba libre de gravámenes, hipotecas o alguna otra obligación. Además en el testamento de José María y Juana del 19 de Octubre de 1886 (ANCR 1886) sólo se indicó una deuda por 35 pesos.
La finca madre que correspondía al denuncio de José María fue de aproximadamente 416 hectáreas, inscrita en el partido de occidente, tomo 254, folio 263, número 16720, y asiento 2. Los linderos de la finca madre eran: Norte río Platanar, sur el río Peje, al Este con terreno denunciado por Joaquín Quesada, al Oeste con terreno denunciado por Baltazar Quesada Rodríguez. La venta de los cuatro lotes se protocolarizó el 23 de Marzo de 1888. Juana le vendió a:
Diego (Gregorio) Trejos González. 129 hectáreas. La venta tuvo un valor de 3000 pesos. Joaquín Quesada Rodríguez le compra a Diego una parte de este lote en 10,000 colones para formar el cuadrante de Ciudad Quesada (Quesada 1958).
Joaquín Quesada Rodríguez. 160 hectáreas por 1000 pesos.
María Francisca Quesada Rodríguez. Un lote de 65 hectáreas por 600 pesos y otro de 69 hectáreas por el mismo dinero.
Doña Juana muy valientemente cría a 9 de sus 13 hijos sobrevivientes por su propia cuenta en lo que hoy se conoce como Chaparral en Concepción. Además de vender el denuncio que había hecho su marido, en el mismo mes de Marzo de 1888, también vende terrenos a Isidor Fallas (dos fincas por 43 hectáreas) y a su yerno Vicente Granados Jiménez (tres fincas total de 18 hectáreas) en Concepción y San Juan (ANCR 1888). Una de las fincas que Juana le vendió a Isidor, es la tierra donde hoy actualmente viven los nietos y bisnietos de Isidor y en la escritura de compra venta se deja claro que esta finca tendrá un camino para salida de otra propiedad de Juana y sus hijos que quedó sin servidumbre. Este camino es hoy el que se conoce como la calle del Banco en Concepción. Aun así con estas ventas, Juana se queda con una extensión grande de terreno en Concepción (aproximadamente unas 200 hectáreas) que luego hereda a sus hijos.
Es interesante también indicar que en el año 1896 Juana y su yerno, Anselmo Zumbado Vargas, hacen un denuncio de aproximadamente 500 hectáreas en la Balsa, en ese entonces parte del distrito de San Juan (ANCR 1896). En el proceso de inscripción del denuncio, Juana cede su parte del denuncio a Anselmo y al finalizar la inscripción, Anzelmo pone el denuncio a subasta con precio de 2 colones por hectárea.
Juana muere hasta 1929, 43 años después de la muerte de su marido. El legado de Juana Bastos Alfaro fue igual o más grande que su marido. Una mujer fuerte y al mismo tiempo llena de amor y cariño por su familia.
La lista completa de los hijos de Jose María Quesada Ugalde y Juana Bastos Alfaro es:
El padre de Jose María se llamó Manuel María Quesada Benavides (1817-1904) y su madre fue Rafaela Ugalde Murillo (1822-1898). Según indican Pérez Yglesias y González García (1995) Manuel María llega a la zona del Valle de los Palmares en 1861 con sus 13 hijos y se instala con su familia en Buenos Aires. Según Perez Yglesias y Gónzalez García (1995) Manuel María forma parte de un grupo de “forjadores en letras de oro” donde comparte con otros inmigrantes granos y cabos de caña para las primeras siembras, al igual que trabajo duro para voltear la montaña de la zona. Manuel María es enterrado en Palmares el 17 de Noviembre de 1904 a la edad de 87 años. Según se indica en el registro de defunción, murió de hepatitis. Su esposa Rafaela es enterreda también en Palmares el 6 de Marzo de 1898 a la edad de 76 años.
Según Quesada (1958), Manuel María junto con José María Quesada Ugalde (su hijo), Joaquín Quesada Rodríguez, Teófilo y Lupicio Quesada Quesada y Francisco Solórzano hicieron una de las primeras expediciones a San Carlos el 1 de Marzo de 1884. Textualmente de la obra de Quesada (1958) se tiene esta narración de la expedición donde se menciona a Manuel María:
“Para hacer este primer viaje fue necesario alistar de todo: bestias, albardas, zurrones, provisiones, medicinas y algunas herramientas. Entrar por Tapezco, La Brisa, El Congo y luego haciendo picada para llegar hasta el Porvenir, donde don Adolfo Bonilla se decía tenía un desmonte, que en efecto encontraron; pero examinado el monte y el suelo, no les pareció de su agrado, mientras que más abajo se divisaban al parecer mejores terrenos. No se podía seguir a caballo y a pie tampoco, porque don Manuel que era persona mayor, no podría soportar la jornada. Se dispuso entonces regresar a Palmares y preparar un nuevo viaje.”
Ricardo Quesada Ulate (1779-1825)
Los padres de Manuel Quesada Benavides fueron Ricardo Quesada Ulate (1779-1852) casado en segundas nupcias con Maria Ubalda Benavides González el 10 de Enero de 1814. Ricardo se casó en primeras nupcias con Maria Petronila Perez (-1811)
Ricardo y María Ubalda testaron en 1852 (ANCR 1852); en ese año los siguientes hijos estaban vivos:
Los padres de Ricardo fueron Camilo Quesada Ugalde y Simona Ulate Saborio (-1819) quienes se casaron en Heredia el 25 de Mayo de 1778 (ver Figura 3). Además Simona tuvo un segundo marido después de la muerte de Camilo y fue Andrés Rodríguez (ANCR 1904) con quién se casó en 1781.
El trabajo de Goublaye de Menorval y Rodriguez- Quiros (2010) se indica que el padre de Camilo fue el alferez Juan Hilario de Quesada Jimenez casado con Josefa Ugalde Rodríguez. Josefa fue hija del alferez Juan de Ugalde (1576-) , natural de Cádiz, España según Segura Rodriguez 2007), casado con Maria Rosa Rodriguez de Segura (ANCR 1904). En el registro mostrado en la Figura 4 se indica el bautizo de uno de los hijos del alferez Juan Hilario de Quesada Jiménez y su esposa Josefa Ugalde Rodríguez en 1739. Este registro es útil para probar este matrimonio.
Los hijos comprobados de Jose Hilario con Josefa fueron:
Jose Felipe (1734-1784), bautizado en Heredia y casó con Simona Zamora, ver Figura 5.
ANCR (1904) se indica que en 1785 Andrés Rodríguez y su esposa Simona Ulate se comprometen a dar la herencia que dejó el presbítero Joaquín Isidro de Quesada a su hijo Ricardo (del primer matrimonio de Simona con Camilo Quesada Ugalde). Ver Figura 5. Esta obligación es clave para comprobar que Camilo fue hermano del Presbítero Isidro y de Felipe de Quesada. Se muestra también la obligación de Felipe de Quesada y Simona Zamora que también sirve para comprobar que Felipe fue hermano del Presb. Isidro de Quesada.
Además, este registro histórico es importante porque ayuda a entender la forma de vida que tenían los Quesada donde muy a menudo daban bienes materiales a los presbíteros en buscar de favores divinos pero al morir los religiosos devolvían los bienes a los descendientes de sus familiares. Esto contrasta con la situación que se presentaba cuando los bienes eran trasladados a oficiales o políticos de la corona española donde estos oficiales tomaban los bienes y se los llevaban. Como indica Alfaro (1932), esto forjó una idiosincracia muy particular en los Quesada y siempre trataron de estar lejos de la política y forjar su propio rumbo muy apegados a las creencias religiosas. Para los Quesada era muy importante que dentro la familia hubiera un religioso en quién poder confiar. El trabajo de Anastasio Alfaro de 1932 (páginas 9 a 12) sobre Jose de Quesada el malagueño es clave para entender esta idiosincracia. Para ver este trabajo seguir esta liga.
José de Quesada Ruíz (1666-1723)
Juan Hilario de Quesada Jimenez fue hijo del alférez José de Quesada Ruíz (1666-1723, Segura Rodriguez 2007) natural de Málaga, España e hijo de Bartolomé de Quesada y de doña Juana Ruiz. Esto según consta en el testamento de José de Quesada Ruíz (ANCR 1909).
En el trabajo de Alfaro (1932) se indica que Jose de Quesada Ruíz era conocido como Jose de Quesada el malagueño y se casó en primeras nupcias con Francisca SánchezPereira con quién tuvo cuatro hijos:
El testamento de José de Quesada el malagueño se encuentra en los protocolos de Cartago 1700-1725, página 303 (ANCR 1909). Textualmente dice lo siguiente:
Enero de 1716. (Barba, Heredia)—Testamento del Alférez José de Quesada, natural de Málaga, hijo legítimo de Bartolomé de Quesada y de doña Juana Ruiz, difuntos. Su entierro sea en la nueva población y ayuda de parroquia de este valle.
Viudo de doña Francisca Sánchez, vecina de la ciudad de Esparza, la cual trajo á matrimonio varios esclavos. (Francisco, zambo, de 30 años.—Simón, mulato de 28.—Santiago, zambo, de 21.—Juan de Santamaría, de 14.—María de 12) y otros bienes, de cuyo importe no se acuerda ni ha podido conseguir un tanto del recibo de dote, por haberse quemado el archivo cuando el enemigo pirata invadió dicha ciudad de Esparta). Hijos: Ventura, Ana, María y Francisca. Ventura, su hijo, murió después que su madre. Una de sus hijas casada con Domingo de la Puerta, otra con el Alférez José Murillo y la otra con Gaspar Anas. Después de casado, doña Juana Sánchez, su cuñada, lo demandó sobre los bienes de la dote, alegando que ella era de primer matrimonio y doña Francisca de segundo, y que los bienes eran maternos. Al cabo de once meses de litis en 1684, se hizo compromiso y se desposeyó al otorgante de la mayor parte de los bienes.
Por muerte de Francisco, esclavo de mi mujer, Antonia Pereira mulata libre, me demandó por 60 pesos que dijo haber dado su marido á Bartolomé Sánchez, mi suegro, en cuenta de la libertad que pretendía poseer su hijo el dicho Francisco. El juez le ordenó exhibir la cantidad y pagarla á Antonia Pereira, como heredera de Francisco, su hijo.
El testador es casado en segundas nupcias con doña Ana Jiménez, que trajo en dote lo que consta del recibo que dio en 1707. Con ella ha tenido por hijos á José, Juan, Lorenzo, Manuela, Petronila y Francisca. Tiene casa y trapiche con los cercados adjuntos á la orilla de una quebrada en este valle de Barba, en tierras que fueron de doña Juana Jiménez, abuela de la dicha mi mujer, y que fueron dadas en herencia á Antonio Jiménez, padre de la susodicha doña Ana.
Esclavos: Bernardo, negro de 40 años y Lucía, negra de la misma edad, aproximadamente. Tiene los ganados y bestias que enumera y varios créditos á su favor. Su yerno José Murillo había muerto.
El testamento de Jose de Quesada el malagueño revela una cantidad de información importante sobre el modo de vida que tenían los Quesada en la segunda mitad del siglo XVII. Interesante en la parte social es el tema de la esclavitud, muy presente durante la colonia. Así como también era importante el tema de los dotes y el derecho a estos dependiendo de la sucesión del afectado. Uno de los hijos de Jose de Quesada el Malagueño (anotado en el testamento) se convirtió en presbítero, Lorenzo de Quesada Jiménez. Lorenzo aparece en múltiples ocasiones en los protocolos de Heredia (ANCR 1905) donde recibe bienes materiales de parte de los creyentes a cambio de favores espirituales. Esto como se indicó anteriomente, era una práctica muy común y en la mayoría de los casos los bienes de los presbíteros se los devolvían a los descientes de sus hermanos o tíos. Por ejemplo en los protocolos de Heredia de 1721-1851 (ANCR 1904, página 228) el presbítero Joaquín Isidro de Quesada Ugalde (sobrino del presbítero Lorenzo de Quesada Jiménez) da su herencia a los hijos de su difunto hermano Camilo Quesada Ugalde. Es también gracias a las transacciones de bienes del presbítero Lorenzo de Quesada Jiménez, nieto de Mariana Hidalgo y sobrino de Ana Jiménez (segundo esposa de Jose de Quesada el malagueño), que se hace la asociación entre Camilo Quesada Ugalde y sus padres Juan de Quesada Jiménez y Josefa Ugalde.
Esta reseña histórica de los orígenes de la familia Quesada Bastos es un trabajo en progreso. A medida que se encuentre más información se estará agregando.
Referencias
Alfaro, A. 1932. Jose de Quesada el Malagueño. Repertorio Americano, tomo 25
Archivo Nacional de Costa Rica (ANCR). 1904. Protocolos de Heredia. 1721-1851.
Archivo Nacional de Costa Rica (ANCR). 1909. Protocolos de Cartago 1700-1725. Tomo II. Página 303.
Archivo Nacional de Costa Rica (ANCR). 1896. Denuncio de un terreno en La Balsa en el barrio San Juan de San Ramón de Alajuela. Hecho por Anselmo Zumbado Vargas y juana bastos Alfaro. CÓDIGO: CR-AN-AH-CSJ-JCAD-EXPDENTM. SIGNATURA: 005271
Archivo Nacional de Costa Rica (ANCR). 1888. Segregación y compraventa bastos ALFARO juana FALLAS Isidor Alajuela, San Ramón, Palmares. CÓDIGO: CR-AN-AH-PROTO-PRONOT, SIGNATURA: 000648, TOMO: 001, FOLIO: 015, ESCRITURA: 00012
Archivo Nacional de Costa Rica (ANCR). 1888b. Segregación y compraventa bastos ALFARO juana TREJOS GONZALEZ Gregorio Alajuela, San Ramón, Palmares. CÓDIGO: CR-AN-AH-PROTO-PRONOT, SIGNATURA: 000648, TOMO: 001, FOLIO: 009, ESCRITURA: 00007
Archivo Nacional de Costa Rica (ANCR). 1872. Testamento de Manuel María Quesada Benavidez y Rafael Ugalde Murillo. CÓDIGO: CR-AN-AH-LYCH, SIGNATURA: 000731, TOMO: 011, FOLIO: 021.
Archivo Nacional de Costa Rica (ANCR). 1852. Testamento de Ricardo Quesada Ulate. CÓDIGO: CR-AN-AH-LYCH, SIGNATURA: 000705, TOMO: 003, FOLIO: 028
República de Costa Rica (RCR). 1884. La Gaceta: Diario Oficial. 22 de Mayo y 17 de Junio. Gobierno de Costa Rica.
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Quesada H., F. 1958. Monografía de San Carlos. Talleres Tipográficos Falco LTDA. Alajuela, Costa Rica.
Pérez Yglesias, M. y González García, Y. 1995. UN PROCESO DE COLONIZACION TARDIA Y DISPERSA: EL VALLE DE LOS PALMARES. Anuario de Estudios Centroamericanos, Universidad de Costa Rica, 21(12): 141-164.
Segura Rodríguez, CH. 2007. MI ABUELO DON PRÓSPERO UN COSTARRICENSE DE CEPA (Los RODRÍGUEZ de OVIEDO). Revista de la Academia Costarricense de Ciencias Genealógicas. 05. Julio.